2/3/11

Alma de juglar de Merino, Ignacio


Córdoba, siglo XI. Nace Abdú, hijo del emir y de una cristiana cautiva. El niño vivirá en el gineceo y su madre, en secreto, lo llamará Diego. Pero a los seis años, tal como era costumbre entonces, será expulsado y arrojado a la calle. Tendrá que espabilarse y aprender a sobrevivir. Mendigará, cantará, recitará poemas, bailará y robará para poder comer, hasta que un día un cristiano llamado don Suero le propondrá que lo acompañe más allá de las fronteras musulmanas y le enseñará el arte de los juglares.
Así empieza el peregrinaje de Abdú, o Diego, y su aprendizaje, tanto cultural como vital, que lo llevará de ser un desafortunado pícaro a convertirse en un juglar reputado, luchar junto al Cid Campeador, aprender a sanar las heridas y enfermedades, y, finalmente, ser respetado en la corte de quien fue su gran amor, la reina Urraca. Ignacio Merino nos ofrece no sólo una apasionante lectura, sino un retrato preciso tanto de las costumbres y tradiciones de aquella época como del renacimiento cultural que se vivió en la Península en tiempos del protagonista.

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