En Sumeria, el antiguo escriba real relata cómo inventó la escritura y cómo su vida se ve amenazada por los intereses
encontrados entre el rey y la sacerdotisa del templo de la diosa principal.
HACE 5.000 AÑOS UN HOMBRE CAMBIÓ EL MUNDO CON UN SIMPLE PUNZÓN Y UNAS TOSCAS TABLILLAS DE BARRO.
14/4/10
El Escriba del barro de Mediano, Lorenzo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
que interesante, me encantan estos libros!!
Besos!^^
La acabo de leer y me parece una novela decepcionante. Me explico: parece como si el autor quisiera imitar a Robert Graves incluso con un estilo en primera persona, pero no lo consigue ni de lejos.
La novela contiene graves errores de documentación. Por ejemplo:
- El autor hace aparecer a la diosa Inanna-Ishtar como una diosa de fertilidad y del amor. Nada más lejos de éstos. Se ha adelantado 2000 años. En la época de la novela ni era una diosa de fertilidad (ni de coña, típico error de novato) ni era del amor. Era la diosa del SEXO. El autor influido por su educación judeocristina confunde amor y sexo. Robert Graves jamás habría cometido ese error.
- Al principio de la novela se ve al padre del protagonista esculpiendo una estatua de DIORITA con un cincel supuestamente de cobre o bronce. Bufffffffffffff. Imposible. Si se hubiera documentado sabría que se hacía con mazas de DOLERITA. Craso error.
- Alega que le ha ayudado con el lenguaje una profesora del CSIC, pero resulta que desde el principio hace una traducción errónea de la palabra TI alegando que es "costilla" o "alama". Otro error. es "Costilla" o "el ME que da la origen a la vida". Los sumerios no creían en el alma. Otra cagada judeocristiana.
Sigue viéndose esa visión judeocristiana en la relación del protagonista y su esposa. En Sumeria los matrimonios eran concertados, cierto. Pero aunque se hubieran casado por amor, no hubieran tenido problemas en mantener relaciones sexuales con otras personas. La visión del sexo de los sumerios era increiblemente abierta.
La visión que el autor presenta de las sacerdotisas roza el machismo. Esa visión parece sacada de la Biblia. Gracias a las excavaciones sabemos que en realidad eran personajes supercultos. Eran matemáticas, astrónomas, economistas, agrónomas...... Incluso la mayor de las ironías es que algunos historiadores están dispuestos a creer que fueron ellas las que inventaron la escritura. ¿por qué no? Eran cultísimas. Y curiosamente, el Shakespeare-Cervantes de la literatura sumeria es una mujer, Enjeduanna, hija de Sargón de Acad.
En resúmen. la novela me parece un "quiero y no puedo". Se queda corta. La estructura de la historia es confusa, sobre todo los comienzos de algunos capítulos. Y definitivamente. Robert Graves no habría cometido errores como esos.
Flojo, ligeramente enmarañado, ameno pero con cambios poco locuaces. Sin más.
Publicar un comentario